Canadá es un país que no se le da nada mal a Maren Meinert. El año pasado, el equipo que dirige se impuso en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA y reeditó para Alemania los triunfos de 2004 y 2010. Tras conquistar la Copa Mundial celebrada en suelo patrio en 2010, Meinert se cuenta a sus 41 años entre la élite de la profesión, y con su trabajo contribuye a preparar a las nuevas generaciones que empiezan a despuntar y que más adelante formarán la base de la selección absoluta. "Para nosotras es muy importante que la cooperación funcione y que existan contactos con el entramado absoluto. Hay un hilo conductor que lleva hasta el primer equipo. La colaboración de abajo arriba es estrecha, sí, pero también desde arriba se colabora con las de abajo", destaca Meinert en su entrevista exclusiva con FIFA.com para explicar el éxito de las categorías inferiores de la Mannschaft. "Las jugadoras se incorporan a este proceso sin tener que hacer grandes cambios. Me parece importantísimo disponer de un objetivo y una concepción del fútbol comunes, y que todas aportemos algo. Otro aspecto a tener en cuenta es que nunca dejamos de trabajar. Tenemos siempre la sensación de que se puede hacer más, de que podemos ir a mejor. Sólo así podemos mantener el ritmo, porque somos conscientes de que otros países nos superan en determinadas cuestiones. Ahí es cuando nos planteamos qué podemos mejorar". Allanar el camino para las estrellas del futuro Meinert ha llevado hasta la cumbre a no pocas jugadoras. Celia Sasic, Alexandra Popp o Dzenifer Maroszan son fijas en la selección que dirige Silvia Neid. Pero entre las integrantes del equipo sub-20 campeón en 2014 asoman también varios nombres que quizá viajen de nuevo este año a Canadá. Sara Daebritz, por ejemplo, fue titular en el reciente amistoso contra Brasil. "Nosotras intercambiamos impresiones, y luego la 'jefa' se pronuncia”, responde Meinert entre risas cuando se le pregunta cuáles de las integrantes de su grupo pueden dar el salto a la absoluta para la Copa Mundial. "Creo que varias jugadoras acudirán a la concentración inicial, y ahí se verá si son capaces de hacerse un hueco en la lista definitiva. En la selección se han producido muchos cambios. Hay muchas futbolistas jóvenes, y puede que no haya necesidad urgente de buscar relevos. De ellas depende hacerse valer". La campeona mundial de 2003 se muestra cauta cuando se le pregunta por los favoritos de la fase final que arrancará en menos de dos meses. "No es algo de lo que me guste hablar. Ésa es una cuestión que Silvia Neid conoce mucho mejor. Creo que serán las mismas selecciones que dan guerra en las categorías inferiores, y también las anfitrionas, que son siempre peligrosas. Hay ocho países candidatos al título", afirma Meinert antes de subrayar la calidad de la generación actual. ¿Meinert talismán? "Tradicionalmente, los equipos alemanes son potentes. El combinado absoluto se ha clasificado de manera más que convincente, y eso hoy en día no es algo que pueda darse por descontado. El éxito que pueda tener esta selección durante el Mundial depende de muchos factores, y ahí está la clave. En Alemania tenemos jugadoras muy buenas, pero eso también lo tienen otros países, así que esperamos recuperar con el primer equipo parte de la suerte que tuvimos con la selección sub-20 y que el torneo sea un acontecimiento para la absoluta". Y quizás el cuadro alemán tenga su propio talismán en la entrenadora de la sub-20. Ilusionadísima con el torneo, Meinert asistirá en persona a la fase de grupos para ofrecer apoyo y asistencia a la seleccionadora nacional. “Un evento como la Copa Mundial Femenina está un peldaño por encima del Mundial Sub-20. Tenemos ganas de volver a Canadá y de revivir el magnífico ambiente que nos encontramos allí".