México 1983: Brasil hace valer su condición de favorito

El campeón Brasil, el gran favorito de la competición, no decepcionó. Los auriverdes se habían paseado sin problemas en sus partidos de la CONMEBOL, con seis victorias y un empate, sin conocer la derrota. En México les tocó el grupo más difícil, con Nigeria, la URSS y Holanda. Tras un empate en el primer partido ante Holanda (1-1), la Seleção vapuleó a Nigeria por 3-0, y luego se impuso con dificultad a los soviéticos, por 2-1.

El choque de cuartos de final ante Checoslovaquia constituyó el partido de referencia de la formación conducida por un fantástico Geovanni Silva (4-1), mientras que en semifinales, el conjunto revelación, Corea, le puso más dificultades de las previstas (2-1). En la final, frente al rival histórico, Argentina, y ante los 110.000 espectadores que se dieron cita en el Estadio Azteca, los brasileños dominaron sin problemas a sus adversarios, aunque sólo pudieron imponerse por penal (1-0). En el conjunto del torneo, Brasil mereció ampliamente el triunfo, ya que su superioridad, tanto técnica como táctica, fue evidente, además de contar con excepcionales jugadores como Bebeto, Dunga, Jorginho o Geovanni.

Las sorpresas A pesar de que en el torneo todos los grandes equipos ofrecieron una buena imagen, hay que destacar el dominio sudamericano: Brasil y Argentina, los dos finalistas, sobresalieron por encima de los demás, especialmente en el aspecto técnico.

La República de Corea no esperaba una fiesta semejante. Primeros en la fase de clasificación asiática, los coreanos acudían a México asumiendo su condición de modestos. Y progresaron partido tras partido. Tras una derrota ante Escocia (2-0), realizaron su primera gesta al derrotar al anfitrión mexicano delante de 70.000 espectadores (2-1). Después de una nueva victoria, sobre Australia (2-1), se enfrentaron a Uruguay en cuartos de final. El combinado celeste cayó en la prórroga, en un partido que figuraría entre los más hermosos del torneo, según los analistas. En semifinales, a pesar de haber resistido con dignidad, Corea tuvo que arrodillarse ante Brasil, a la postre campeón. Con su cuarto puesto, los Guerreros Taeguk consiguieron el mejor puesto jamás ganado por un equipo asiático en un torneo de la FIFA.

El mejor jugador del torneo Como era de esperar, Geovanni Silva se hizo con el título de Balón de Oro del Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA México 1983. Máximo anotador, con seis tantos en su haber, simbolizó el formidable vigor ofensivo de los auriverdes. Sobre todo, su sentido de la organización y su carácter hicieron de él el líder natural del equipo, gracias a su asombrosa madurez. Este jugador, formado en el Vitória y llegado al Vasco de Gama a los 16 años, era un centrocampista laborioso, atípico en Brasil. Excelente en tareas de marcaje, pero sobre todo un excepcional pasador, Geovanni no era un jugador rápido, ni siquiera un portento técnico, algo que le ocasionó algunos disgustos a lo largo de su carrera, si bien realizó temporadas muy buenas en el Vasco. Sin embargo, sus incursiones en el fútbol europeo no funcionaron y finalmente volvió a su club de toda la vida.

Los más destacados Luis Islas (ARG), Franck Farina (AUS), Toni Polster (AUT), Bernard Wolfarth (AUT), Bebeto (BRA), Dunga (BRA), Geovanni (BRA), Jorginho (BRA), Youssouf Fofana (CIV), Ivan Hasek (CHE), Lubos Kubik (CHE), Stanley Menzo (NED), John Silooy (NED), Marco van Basten (NED), Gerald Vanenburg (NED), Paul McStay (SCO), Brian McClair (SCO), Carlos Aguilera (URU), Rubén Sosa (URU), Gennadi Litovchenko (URS), Oleg Protasov (URS), Tab Ramos (USA)...

México 1983 en cifras: Posiciones:

Brasil

Argentina

Polonia

República de Corea

Goles marcados:  91 (media: 2,84)

Mejor ataque:  Argentina, Brasil y Polonia, 13 goles

Botas de Oro, de Plata y de Bronce:

Geovanni Silva (BRA), 6 goles

Joachim Klementz (POL), 5 goles

Jorge Gabrich (ARG), 4 goles

Sedes: Guadalajara, Irapuato, León, México, Monterrey, Puebla, Toluca

Espectadores: 1.155.160 (final: 110.000)

Media de espectadores: 36.099

Marcas del torneo: El torneo mexicano atrajo una media de 36.099 espectadores en sus 32 partidos, una marca inigualada hasta la fecha en el Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA.