Campeonato Mundial Sub-17 de la FIFA Finlandia 2003
13 de agosto - 30 de agosto

Campeonato Mundial Sub-17 de la FIFA Finlandia 2003™

Campeonato Mundial Sub-17 de la FIFA Finlandia 2003

Posición final del torneo

Acerca de

Brasil domina a sus rivales

Brasil se adjudicó su tercer título de las últimas cuatro ediciones del Campeonato Mundial Sub-17 de la FIFA con una mezcla de los mismos ingredientes que le llevaron a resurgir como potencia futbolística dominante en la categoría absoluta: férrea defensa, resistencia física, habilidad técnica y algo en lo que siempre puede confiar, una calidad casi insolente.

Sin embargo, la joven Seleção, aunque ganadora, no dejó hasta cierto punto de ser un protagonista más del que probablemente haya sido el torneo juvenil más emocionante vivido hasta la fecha.

La competición disputada en Finlandia nos deparó momentos de gloria (goles, tripletes), magníficos (un gol desde 50 metros), emocionantes (una remontada con un 5-0 en contra), implacables (la goleada por 9-1 a los anfitriones), divertidos (muchos tantos en propia meta) y, por supuesto, varios actores extraordinarios. Y todo ello con diez de los 32 partidos jugados sobre césped artificial.

Un Brasil sublime y mortífero

Después de recibir un gol ante Camerún en el minuto 5 de su primer partido, el guardameta Bruno, por increíble que parezca, pasó el resto del torneo, 535 minutos más el tiempo añadido, sin tener que ir a buscar el balón al fondo de su red. A ese logro contribuyó en gran medida la defensa, compuesta por Leonardo y João, el majestuoso capitán del conjunto, en el eje, y Leo y Sandro en los laterales.

Con los mediocampistas Jonathan, Junior and Arouca empeñados en interrumpir el juego rival, el trío atacante formado por Ederson, Evandro (ganador del Balón de Plata de adidas) y Abuda se encargaba de poner la creatividad y la magia. Una vez corregidos los fallos de ese encuentro inaugural, los tres brillaron entre los bosques finlandeses y se fueron turnando en la tarea de doblegar a Portugal (5-0), Yemén (3-0), Estados Unidos (3-0), Colombia (2-0) y España en la final (1-0).

Mientras otros seleccionadores cambiaron sus equipos y modificaron sus sistemas, Paquetá mantuvo el mismo once, formado por jugadores procedentes de distintos equipos brasileños, a lo largo de toda la competición. En su sede inicial de Tampere, posteriormente en Turku y por último en la final de Helsinki, el conocido ritmo de juego de Brasil se dejó sentir de nuevo, atrayendo a más fieles seguidores, y resaltado por las numerosas camisetas doradas que se dejaban ver en los estadios.

Santisteban imprime fuego a la Furia Roja

España fue sin lugar a dudas el equipo más atractivo que se vio en tierras nórdicas. Su primer encuentro, contra Sierra Leona, que debutaba en el torneo, fue extraordinario. Los europeos ganaban por 2-0 a los 15 minutos, y acabaron necesitando un gol de Xisco en el minuto 6 del tiempo añadido para empatar (3-3). Tras ese partido, no dejarían de asombrar a la afición finlandesa con un fútbol puro y elaborado de forma exquisita. Impusieron su calidad sobre la República de Corea (3-2), Estados Unidos (2-0), Portugal (5-2) y Argentina (3-2), antes de hincar la rodilla frente a un resuelto Brasil.

España presentó un conjunto perfectamente equilibrado, con Sisi en la banda derecha y Silva u Oskitz en la izquierda, con dos mediapuntas creativos y goleadores: el madridista Jurado y el barcelonista Cesc Fábregas (ganador del Balón de Oro y de la Bota de Oro de adidas). En ataque, estuvo liderada por el irreprimible Xisco. Con una dosis añadida de determinación y coraje, los chicos de Santisteban fueron los grandes animadores del torneo.

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Ventaja sudamericana

Se ha descrito a menudo el Campeonato Mundial Sub-17 de la FIFA, en el que participan tres naciones de cada confederación y una de Oceanía, como uno de los torneos más democráticos de la FIFA. A esto ha contribuido el hecho de que países de Asia y África hayan ganado cinco de sus nueve ediciones. Pero Finlandia 2003 ha confirmado definitivamente el cambio a favor de las superpotencias tradicionales, europeas y, sobre todo, sudamericanas. Estas últimas contaron con tres de los cuatro semifinalistas. Brasil estuvo acompañado por una potente Argentina, superada únicamente por una increíble remontada de España, y por una prolífica y fantasiosa Colombia, que realizó la proeza de endosarle nueve goles al país anfitrión, Finlandia.

Si la Conmebol estuvo en ascenso, la CAF y África, que no conquistan el título sub-17 desde Japón 93, experimentaron un claro declive. Aunque sus tres representantes hicieron un papel digno, los hechos (todos eliminados en la primera ronda) hablan por sí mismos. A Camerún, que se estrenó en el torneo, le faltó un gol para conseguir el pase a cuartos de final, y tal y como estaba transcurriendo el partido (marcó cinco goles en los últimos 20 minutos, igualando un 5-0 en contra en el decisivo choque ante Portugal), tan sólo unos instantes.

Otro debutante, Sierra Leona, sufrió igual infortunio. Tras empatar con España en su primer encuentro, perdió el segundo por culpa de un fantástico gol de la joven promesa estadounidense Freddy Adu cuando el tiempo ya se agotaba. En su último choque, frente a Corea, se afanó en resistir, pero acabó sucumbiendo al cansancio (2-3).

Con todo, ninguno de los equipos africanos tuvo tan mala suerte como Nigeria. No por lo ocurrido en el campo, sino a puerta cerrada, ya que tuvo que jugarse la clasificación para cuartos de final a suertes con Costa Rica. A pesar del subcampeonato logrado en Trinidad y Tobago, los Aguiluchos Dorados no llegaron a hacer mucho ruido antes de su rápida despedida.

El césped no da suerte a Finlandia

El experimento de jugar en césped artificial (por vez primera en un torneo de la FIFA) fue un éxito rotundo. Los Vintiöt o Diablillos, respaldados por el generoso público finlandés, demostraron su valor en los dos primeros partidos (2-1 y 0-2), pero su defensa hizo aguas en el tercero, al aprovechar Colombia los espacios creados por el ímpetu atacante del equipo anfitrión (9-1). Los sudamericanos se movieron por el campo de Töölö como pez en el agua, y el combinado finlandés tuvo que decir adiós compungido.

Estrellas fugaces

Desde el incremento de la categoría de edad que experimentó el torneo hace doce años, y con unas jóvenes estrellas que parecen madurar cada vez más pronto, la atención que suscita el Campeonato Mundial Sub-17 de la FIFA está en aumento. La cosecha de este año habrá dejado a buen seguro a varios ojeadores y a no pocos seleccionadores absolutos frotándose las manos.

Sólo tiene 16 años, pero ya exhibe el espíritu de un luchador. Todo indica que el español Cesc llegará muy alto en este deporte. Dos importantes goles en el partido ante Portugal, reedición de la final europea que disputaron los dos países ibéricos, y otros tres, incluido el gol de oro que dio la victoria a los suyos en la semifinal frente a Argentina, apuntan a una carrera potencialmente maravillosa del centrocampista.

Finlandia 2003, estadísticas

Participantes: Argentina, Australia, Brasil, Camerún, Colombia, Costa Rica, España, Estados Unidos, Finlandia, República de Corea, RP China, México, Nigeria, Portugal, Sierra Leona y Yemén.

Sedes: Estadio de Töölö (Helsinki), estadio de Ratina (Tampere), estadio de Kupittaa (Turku) y estadio de Lahti (Lahti).

Número de goles: 117 (media por partido: 3.66)

Máximos goleadores: 5 goles: Cesc (ESP), Carlos Hidalgo (COL), Manuel Curto (POR) 4 goles: Abuda, Evandro (BRA), Freddy Adu (USA)

Espectadores: 183,616

Asistencia media: 5,738

PARTIDOS