Cuando en mayo del 2017 Alejandro ‘Papu’ Gómez decidió seguir una broma de unos youtubers italianos, no se imaginaba que aquella idea le acompañaría para siempre.

Esa broma se convirtió en el ya famoso 'baile del Papu’. Ya sea celebrando un título como la Copa América, un gol con su selección o el Sevilla, o cuando se lo pide un niño, el Papu no duda en hacer el baile. Lo ha convertido en una de sus señas de identidad, y aunque algunas veces le cueste más hacerlo que en otras, con él saca su lado más divertido y solidario.

Esto le ocurrió con 29 años, pero lleva desde los 21 en el Viejo Continente. Tras buenos años en Calcio Catania y Metliv ucraniano, no fue hasta la temporada 2016/17 en la que el Papu, de la mano de un gran Atalanta, se hicieran un nombre en Europa. Así le vino la llamada de Jorge Sampaoli con Argentina, la llegada al Sevilla y tocar el cielo ganando la Copa América.

Ahora con su siguiente objetivo en el horizonte, la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, FIFA.com habló en exclusiva con el Papu de su baile, sus aspiraciones y lo que supone compartir amistad, vestuario y objetivos con Lionel Messi.

FIFA.com: ¿De dónde viene el ‘baile del Papu’?

Papu Gómez: Hace unos cuatro años hacía unos sketchs con unos Youtubers italianos, Gli Autogol, sobre el Fantacalcio. Ellos bromean con esto y la idea surgió tras un baile en el vestuario. Me dijeron si quería sacar una canción benéfica y donar el dinero a donde quisiera. En ese momento era padrino de una asociación de chicos discapacitados que juegan al fútbol en Bérgamo. Lo armamos, pensando que no iba a suceder todo lo que sucedió con la canción… ¡Y fue un boom, increíble, un hit ese verano!

Pero sigues haciéndolo…

¡Estoy un poco cansado! Muchos me dicen: 'dale, el baile del Papu'… Ya me acostumbré, aunque a veces pido que paren (risas). Cuando llegué a Sevilla sabía que me lo iban a sacar. Estoy contento de festejar los goles así. Lo sigo haciendo porque los niños más pequeños son los que más disfrutan y sé que les gusta.

¿Qué recuerdas de esa temporada 2016/17, donde la rompes con Atalanta y debutas con Argentina?

Entendí que tenía que llegar más a la zona del gol. Ese Atalanta era un equipo super ofensivo, basado en una idea de juego y yo finalizándola. Fue algo extraordinario. Con Argentina gané la Copa Mundial Sub-20 Canadá 2007 pero nunca más fui llamado y los italianos me quisieron llevar, pero no se pudo por ese Mundial. Fue mi gran temporada y en ese momento la selección estaba necesitada tras no hacer unas buenas eliminatorias para Rusia. Fue algo increíble, por lo que siempre había luchado y coincidí con compañeros de 2007 como Banega, Di María, el Kun…

Ahora en Sevilla, ¿deseabas ese salto?

Siempre fui un fanático de la Liga española. Me interesó y me llamó la atención y es un fútbol que me gusta. No pensé jamás que vendría, por mi edad y mi carrera en Italia, perome tocó la posibilidad de venir a Sevilla, que estoy super agradecido. Es un club espectacular y una ciudad magnífica que se vive muy bien y sobre todo pelear por los primeros puestos y copas. El Sevilla es un club que está ahí, molestando a los grandes y para mi es un hermoso desafío y con ganas de quedarme muchos años aquí.

Desde 1993 sin ganarla, las lágrimas de Leo… ¿qué supuso el título de la Copa América 2021?

Algo épico e histórico. El equipo estaba bien, pero arrancó de menor a mayor, con un grupo humano muy bueno, una familia. Eso llevó a que Argentina pudiera conseguir el tan ansiado título. Se festejó mucho porque hay una generación entera que no vio nunca a Argentina campeona y si perder tantas finales, se necesitaba el título. Era una mochila muy grande que venían cargando veteranos como Leo, el Kun, Otamendi, Di María… y muchos otros que perdiendo finales lo hicieron muy bien. Nos tocó la suerte de estar en lugar y momento correcto.

¿Te sigue emocionando?

Fue algo único. Vine al Sevilla para competir en una gran liga y con la idea de la Copa América. Allí me tocó participar, pude hacer dos goles y pienso que con 33 años logré un título con pocos partidos con Argentina. Tal vez estuve tocado con una varita mágica. No lo sé, no hay explicación alguna.

Y clave la llegada de Scaloni, con el que compartiste equipo…

Con Leonel tuve la suerte de jugar en Atalanta en la 2014/15. Lo conozco muy bien, nos juntábamos las familias y como compañeros teníamos una gran relación. Cuando agarra de interino sabía que tenía que estar preparado porque podía llegar a tener la oportunidad en la selección. Él sabía lo que le yo podía dar como ser humano y como futbolista. Le estoy agradecido por la oportunidad y por poder disputar la Copa América.

¿Qué aporta Leo Scaloni a la selección?

Agarró una Argentina que venía de quedar eliminada del Mundial en 2018, haciendo muy bien sin apenas experiencia. Tiene mucho mérito. Se rodeó de personas como Walter Samuel, Roberto Ayala, Pablo Aimar, expertos y de selección, y conformaron un buen grupo centrado en trabajar y mejorar. Le dieron una nueva cara a Argentina y se ganó el puesto. Tiene una idea clara de juego, te hace sentir importante, cómodo y no se complica en nada.

Llegan las Eliminatorias. Os toca una dura visita a Uruguay y recibir a la invicta Brasil. ¿Ganando daríais un gran paso hacia el Mundial?

Hay que seguir trabajando bien, con el proyecto que comenzó en 2019 con jóvenes y está dando sus frutos. Es importante lograr el objetivo de clasificar rápido para después trabajar con tranquilidad y que esos últimos partidos sirvan para probar cosas diferentes. Nos faltan pocos puntos, ya que sabemos que la media dice que con unos 25 ya se está clasificado.

¿Qué significa jugar con Lionel Messi?

Para nosotros es lo primero y principal. Messi nos hace sentir parte de su vida más íntima. Es un regalo, algo que disfrutamos cuando estamos con él. En la parte futbolística no hay más adjetivos…. Verlo en el día a día, en diferentes ocasiones y situaciones, es una locura. Uno trata de aprender, pero es muy difícil imitarlo porque es un genio y los genios tienen estas cosas. Nace uno cada 50 años. Al ver lo que hace nos reímos, pero lo que más se disfruta es cuando estamos en la intimidad, esas pequeñas cosas y detalles.

¿Os habla de su ambición por la próxima Copa Mundial?

Ya estuvo muy cerca de ganarlo, a un partido… Va a ser un Mundial diferente: en noviembre, porque tal vez sea su último por edad y porque Argentina llega en un momento dulce y sin la mochila del título gracias a la Copa América. Todos los argentinos y sus compañeros le queremos ayudar, queremos regalarle esa oportunidad de poder levantar la Copa Mundial. Él no nos pide nada, pero lo sabemos.

¿Es Argentina favorita para ganar la Copa Mundial?

Con su historia y camiseta ya arranca como favorita. Sin ser hipócrita, pero tenemos algunos de los mejores jugadores del mundo, hemos ganado la Copa América y estamos invictos en las Eliminatorias. Pero hay que respetar y tener en cuenta que hay cinco o seis selecciones europeas más Brasil que son muy fuertes. Va a ser un Mundial muy lindo, con sorpresas y también hará falta esa parte de suerte. Será complicado, pero creo que tenemos todas las herramientas para llegar lejos.

¿Veremos el baile del Papu en Catar?

Es mi objetivo. Ojalá que pueda coronar mi carrera con mi primer y último Mundial. Tengo que hacerlo bien con el Sevilla, mantenerme competitivo y tratar de ayudar. Esto pasa rápido, queda casi un año y mi objetivo es estar entre los 23 que lo disputen.