Al principio, la decepción en el vestuario por la derrota era grande. Sin embargo, unos minutos más tarde, las jugadoras comprendieron el hito histórico que acababan de lograr. Hace poco más de diez días, el 11 de abril de 2021, la selección femenina de Liechtenstein disputó su primer partido internacional, que se saldó con derrota por 1-2 ante Luxemburgo.

"Es un hito inmenso, y bien merece un hueco en la historia de la Federación de Fútbol de Liechtenstein. Fue muy emocionante, sobre todo, después de una espera tan larga. Fue una experiencia fantástica en el plano deportivo y emocional, e hicimos un buen partido", cuenta el seleccionador Philipp Riedener en su entrevista a FIFA.com.

"Nos habíamos propuesto jugar bien y ofrecer un fútbol atractivo, y lo conseguimos. Todo el esfuerzo que habíamos hecho en estos últimos meses mereció la pena. Lógicamente, somos deportistas, y lo que nos gusta es ganar. La sensación es que no hubo una gran diferencia con Luxemburgo. En cualquier caso, yo no contaba con ganar el partido. Nuestra intención era darlo todo y, si nos alcanzaba para ganar, genial. Si no, tampoco se acababa el mundo. Adelantarnos en el marcador fue muy positivo, y en la primera mitad fuimos mejores".

En el minuto 35, un disparo desde corta distancia de la capitana Viktoria Gerner se convirtió en el primer gol de la selección femenina de Liechtenstein.

"Solo tuve que meter el pie", reconoce con una sonrisa la delantera, quien por cierto cumple hoy, 22 de abril, 32 años. "Fue una sensación indescriptible. Llevábamos mucho tiempo esperándolo. Aún más bonito fue cuando por fin pudimos saltar todas juntas al césped. Nos quedamos, sobre todo, con esa alegría y ese orgullo. Lo único malo fue que perdimos, claro. Todas queremos ganar. Mi gol fue una gran noticia. Se lo habría merecido cualquiera".

"El próximo objetivo no es otro que conseguir nuestra primera victoria, pero aún más importante sería poder volver a jugar con público. Aún no sabemos si será a mediados de año o cuándo. Ahora estamos creciendo como equipo. Experiencias así, como el primer partido internacional, unen mucho, y debemos trabajar sobre esta base. Lógicamente, nuestro deseo es ganar contra Gibraltar y, a ser posible, con público en las gradas".

En la antesala del duelo contra Luxemburgo, el combinado de Liechtenstein, compuesto por 18 futbolistas, se concentró el lunes de Pascua para prepararse a conciencia para su estreno.

"La larga espera llegó a su fin", rezaba un mensaje escrito en letras grandes en una diapositiva de PowerPoint que el cuerpo técnico mostró a las internacionales de Liechtenstein al principio de su semana grande. Fue la coronación a una fase de preparación de casi 18 meses. A comienzos de 2020, la federación anunció la creación de una selección femenina absoluta. Seis años después del debut internacional del combinado femenino sub-16, el trabajo de desarrollo de los clubes y de la federación nacional dio por fin sus frutos.

"Los últimos meses han sido muy productivos para nosotros. En los equipos no podía haber contacto físico en los entrenamientos, de modo que entrenaban en grupos reducidos", explica Riedener sobre la difícil situación causada por la pandemia.

"Entonces, convenimos con ellos que entrenaríamos con nuestras internacionales, de modo que hemos podido organizar regularmente sesiones de preparación en condiciones normales desde enero. Eso nos ha ayudado a dar el siguiente paso".

Y el siguiente gran paso llegará en junio, mes en el que están programados los partidos contra Gibraltar.

"Este año queremos enfrentarnos a Gibraltar, Luxemburgo y Andorra. Si se nos dan bien, tal vez vayamos más allá y busquemos rivales algo más poderosos".

"Nuestro gran objetivo es participar en la próxima fase de clasificación para la Eurocopa, que empezará seguramente a finales de 2023. Hasta entonces, queremos seguir fomentando nuestro desarrollo con partidos de competición contra otras selecciones. Además, tenemos la esperanza de que se cree una Liga de Naciones de la UEFA femenina, similar a la masculina. La ventaja sería que jugaríamos en un marco competitivo contra equipos de nuestro nivel".

Pero aún queda un largo camino por recorrer hasta entonces, algo de lo que todos son plenamente conscientes. El objetivo actual es ir incorporando nuevas jugadoras y que la selección siga dándose a conocer.

"Estamos bien preparadas de cara al futuro, pero nos falta amplitud. Necesitamos más jugadoras todavía, y los partidos como el de Luxemburgo son importantes para promocionar el fútbol femenino. Tenemos que conseguir que las niñas se entusiasmen con el fútbol. La trayectoria de la selección masculina es nuestro ejemplo a seguir. Ya han alcanzado un nivel en el que ganan partidos y suman puntos. Ese debe ser el siguiente objetivo".

A buen seguro que la iniciativa "Chicas con el balón" les servirá de ayuda. La Federación de Fútbol de Liechtenstein ofrece diversas actividades a lo largo de todo el año para que las niñas empiecen a jugar al fútbol e interactúen entre ellas. Además, los siete clubes miembros se han comprometido a crear una estructura formativa para las niñas acorde a su edad. Para Gerner, capitana de la selección absoluta y fisioterapeuta de profesión, este avance llega quizás algo tarde: trabaja a jornada completa en una clínica, pero entrena unas tres o cuatro veces por semana.

"En Liechtenstein, las de mi generación jugábamos al fútbol porque nos divertía. Ahora, las ambiciones de quienes lo practican seguramente sean otras. Todo ha evolucionado desde que yo empecé. Las generaciones más jóvenes tienen otras metas. Yo soy más bien el contrapunto sosegado que puede orientar al resto. Las futbolistas jóvenes han recibido una formación muy distinta y se van antes a jugar a otros equipos. Yo también puedo aprender mucho de ellas. Juntas hemos conseguido este hito y estamos preparadas para lograr muchos más".