Hay bastantes futbolistas que tienen fama de marcar goles, pero ¿y de conseguir muchas tripletas? Kanyanat Chetthabutr figura en este selecto grupo. Esta atacante de 22 años firmó tres dianas en la victoria por 5-1 de su país sobre Indonesia en los Juegos del Sudeste Asiático de 2019 y repitió en la goleada por 4-0 a Malasia en el primer clasificatorio de las suyas para la Copa Asiática Femenina de la AFC, en septiembre.

Este último resultado ayudó a las tailandesas a conseguir fácilmente un puesto en India 2022, que también servirá de competición clasificatoria de Asia para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia/Nueva Zelanda 2023™. El equipo dirigido por Miyo Okamoto comienza su campaña contra Filipinas este viernes y Chetthabutr afronta este reto con grandes esperanzas. “Estoy muy contenta de haber marcado la tripleta contra Malasia”, explica a FIFA.com. “Porque la fase previa de la Copa Asiática Femenina era nuestra primera competición importante después de bastante tiempo y mis goles ayudaron a la selección a estar en la fase final”. “India 2022 es mi segunda Copa Asiática Femenina. Conseguimos llegar al último Mundial femenino y, obviamente, nuestro objetivo ahora es esforzarnos para poder ir también a Australia/Nueva Zelanda”.

Curiosamente, Chetthabutr no empezó a jugar al fútbol en la escuela ni en un parque, sino en un lugar de culto. “Había una cancha en un templo cerca de mi casa”, cuenta. “Así que todos los días iba allí con mis amistades a jugar después de la escuela. Fue entonces cuando empecé a enamorarme de verdad del fútbol”. A pesar de sus humildes comienzos, Chetthabutr se fijó metas elevadas y se inspiró en dos figuras actuales del Manchester United: Cristiano Ronaldo y Edinson Cavani. “Ronaldo es mi ídolo”, dice. “Me encanta y respeto su ética de trabajo y su entrega al fútbol. Siempre se mantiene en forma y preparado para actuar con su club y con su selección”. “Cavani es otro de mis jugadores preferidos. Tiene una habilidad asombrosa para marcar goles, un delantero tiene que tener ese tipo de instinto para darle victorias al equipo”.

Chetthabutr hizo progresos notables aprendiendo de sus ídolos. A los 13 años, superó una prueba para ingresar en una escuela deportiva local y más tarde otra que le permitió alcanzar la selección juvenil de Tailandia. Luego, a los 17, recibió su primera convocatoria con la selección nacional absoluta. No tardó en demostrar sus dotes de depredadora del área, al estrenarse como anotadora vistiendo los colores de su país ante Portugal, en un amistoso. Más tarde llegaría su primera tripleta, contra Indonesia. Ese desempeño contribuyó a consolidarla en el combinado nacional. “Fue un gran momento, lo recordaré toda la vida”, confiesa. “Fueron mis primeros Juegos del Sudeste Asiático, así que hacer una tripleta fue algo memorable”.

Chetthabutr vio por televisión la primera participación de la historia de Tailandia en un Mundial femenino, el de Canadá 2015, y aunque jugó en la competición preliminar de Francia 2019, no logró entrar en la convocatoria definitiva para el torneo. Huelga decir pues que ahora está resuelta a ayudar a su país a lograr el pase y participar en la primera cita mundialista de su carrera.

“Creo que tenemos una buena oportunidad de clasificarnos, ya que ha aumentado la cuota asignada a las selecciones asiáticas”, señala. “Pero hay que ir partido a partido, darlo todo en cada encuentro y ver a dónde nos lleva nuestro trabajo. Todas las selecciones de la fase final aspiran a conseguir una plaza en el Mundial, pero nosotras vamos a estar totalmente concentradas y trataremos de llegar al torneo por tercera vez consecutiva”. “No cabe duda de que jugar en el Mundial femenino me ayudaría a dar el salto a una liga extranjera de alto nivel. Siempre voy a procurar esforzarme y progresar para ayudar a que Tailandia se convierta en una potencia del fútbol femenino”, concluye.